“Golpearon a la ventana para que se rompiera y escapar del fuego pero había demasiada altura para saltar. Era o morir quemado o morir cayéndose de una ventana”.
Estas frases son lo último que Katia pudo leer del libro “El fuego te hará grande” que es el libro que se estaba leyendo antes de que todas las páginas saliesen volando en todas direcciones como si tuviesen vida propia. -¡Papá! .-Gritó Katia. -¿Qué hija? .Contestó su padre.- ¡Las hojas de mi libro están volando solas! ¡Ayúdame! .Katia no sabía si irse corriendo de esa habitación o quedarse contemplando el panorama.
-¡No digas paparruchas hija! Pero vale, ahora voy, dame un minuto.- Respondió su padre.
Katia seguía asustada y asombrada mientras esperaba a su padre. De repente una hoja le paso por delante y Katia pudo ver con facilidad cómo las letras se cambiaban y aparecía otra lengua, que ella no conocía. Esas letras eran muy raras pero lo que más le fascino a Katia era que de repente todas las hojas se pararon en seco. Unas estaban en el suelo, otras por el aire, había hojas paradas las cuales parecían estar tiesas, escritas en una lengua muy diferente a la suya.
Lo que Katia no sabía era que las hojas del libro habían salido volando porque en el libro se había metido una especie de agujero negro, invisible, pero que hacía lo contrario, es decir,
en vez de absorberlo todo lo expulsaba todo en todas direcciones y de ahí las cosas salen con una cualidad especial, como si poseyeran un don.
Katia sigue fascinada por lo ocurrido sin darse cuenta de que el tiempo pasa. De repente su padre entra en la habitación. -¡Guau! .-Exclama su padre. El padre seguidamente se sienta en la cama junto a Katia, sin apartar la vista de las hojas. Katia no sabe por qué pero se le acaba de venir a la cabeza la frase de “Un libro es mucho más que una simple lectura, forzar lo ojos o pasar el rato. Un libro es un conjunto de páginas mágicas que te hacen pararte a pensar, te hacen conocer unos mundos que nunca pensaste conocer. Da igual si el libro es de misterio, risa, romance, cultura…es un mundo en el que lo único que hace falta es que te lo imagines, que lo vivas en tu cabeza, porque quién sabe, a lo mejor un día te sucede a ti. Además tú eres el protagonista de tu vida, es decir, de tu libro.” Katia piensa que ese verso tiene mucha razón y también que tiene mucha suerte.
Se abraza a su padre, en esos momentos lo único que le importa es no perder la capacidad de soñar.
PAULA DE LA HOZ.
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