Los alumnos de 1º ESO vuelven a sorprender. Les pedimos harina y traen ya el bizcocho. Mirad qué maravillas cuando les hemos pedido "hacer" arte con la palabra literatura.
Enhorabuena chicos y muchas gracias por vuestro esfuerzo.
¡Seguid así !
Capitulo 1
Había una vez una hormiga
que se sentía sola entonces pidió a todos los animales imaginables ayuda para
encontrar un amigo ya que era única en su especie.
En aquel tiempo todos los animales de la
faz de la tierra eran descomunalmente grandes, salvo, la pequeña hormigita y
los caracoles.
Pero la hormiguita dijo:
-no pienso ser amiga de esos caracoles tan
sosos.-
Así que se fue junto albúho
y le dijo bien alto:
-¡señor búho!-
-dime hormiguita-
-¿Cómo puedo conseguir un
amiguito?-
-utilizando la imaginación-dijo el búho antes de
emprender el vuelo-y utiliza esto.
Y le entregó una pequeña bolsita blanca.Al
cojerla al vuelo la pequeña hormiga sintió una sensación cálida y por un
momento desconectó del mundo…
Al volver en sí hacía mucho
frío así que la homiguita volvió a su solitaria casita.
Dejó la bolsita en su mesilla de noche y dijo:
-mañana será otro día.-
Y se durmió.
Cuánta razón tenía la hormiga, pero ella no
sabía que iba a suceder.
Capitulo 2
A la mañana siguiente la
hormiguita se levantó y cogió el saquito que le dio el búho y salió al jardín.
Abrió el saco y encontro unas pequeñas
semillitas azuladas y dijo:
-me han tomado el
pelo-exclamó con rabia
Pero una de esas semillas se
le cayó al húmedo campo y en el suelo se quedó grabada una palabra.la hormiga
la miró y recordó esa palabra.
Plantó otra semilla y apareció otra palabra
y la hormigua la recordó. Y así sucesibamente
Se sentó en una piedra
cercana y siguió plantando palabras.el búho le había dado un tesoro muy
preciado y una buena amiga: la literatura.
Les gustaba jugar a ver quien creaba más
palabras y quien escribía cartas de amor que hacían saltarse las lágrimas.
Pero una noche a la hormiga
se le olvidaron las semillas fuera y una persona egipcia que había estado
observando a la hormiga cogió todas las semillas.
Al despertarse la hormiga
recordó las semillas y exclamó:
-mis semillas-
Pero ya era demasiado tarde y vió comol
todos los humanos aprendían a escribir con ellas utilizando jerogríficos.
Y desde entonces escribimos
todo y por lo tanto también este cuento.
Todo gracias a una pequeña y astuta
hormiguita…
Fin
Inés Méndez.
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