Habéis estado viajando durante muchos meses, ¿qué es lo que más habéis echado de menos?
Hemos echado de menos algunas cosas de nuestro hogar, aunque Europa no es tan diferente de Nuevazelanda. Al principio echamos mucho de menos a nuestras familias, pero según pasaba el tiempo, cada vez los echábamos menos en falta.
(Fabián) En mi caso, el mayor problema fue con la comida. Echaba mucho de menos los aguacates y la marmita. También ambos echamos mucho de menos la disponibilidad para comprar comida India o Sushi.
(Inka) Lo que más eché en falta fue tener una rutina. Como nos movíamos en bici, cada día era diferente, una casa diferente, un sitio nuevo para acampar... Íbamos en bicicleta todo el tiempo, pero la mayor parte de las cosas que hicimos fueron bastante espontáneas e inesperadas.
¿En qué aspectos habéis cambiando?
Somos más conscientes de nuestro consumo y de la importancia del medio ambiente.
También tenemos más confianza en nosotros mismos y más independencia.
¿Qué habéis aprendido durante vuestro viaje?
Hemos aprendido un montón sobre la complejidad de los problemas que rodean al cambio climático (a nivel político) y por qué se tarda tanto en reaccionar. Sin embargo,
no creemos que esto justifique que se tomen medidas tan lentamente.
¿Podéis describir esta aventura en pocas palabras?
Espectacular, única. Nos ha abierto los ojos. Una experiencia como esta sólo se puede vivir yendo en bici.
¿Qué consejos podéis dar a alguien que quiera hacer u viaje como el vuestro?
Es más fácil de lo que parece. Si alguna vez has ido de acampada, puedes probar a ir en bici. Tampoco hace falta estar muy en forma, pero si que se necesita tener mucha motivación. Toda la información la puedes encontrar en internet. Nosotros estuvimos investigando qué necesitábamos y qué podíamos esperar. Aunque hay que decir, que esta experiencia superó todas nuestras espectativas.
En su visita al colegio en abril de 2017.
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