Los alumnos de primero de bachillerato fuimos a ver una obra de teatro llamada Nada que perder. Trata principalmente sobre la corrupción política y sus consecuencias, que sufren directamente los distintos personajes. Está estructurada en varias historias intercaladas en las que vemos siempre escenas de diálogo entre dos personajes, que lanza reflexiones o preguntas al público o a los propios personajes sobre cuestiones de moral relacionadas con la trama.
La obra comienza con una escena en la que vemos a un joven arrestado y a su padre discutiendo con él. A raíz de esta escena iremos descubriendo la historia que hay detrás del delito cometido por el hijo.
Es una obra algo compleja, ya que es el espectador el que tiene que hilar las historias, aunque la recomendamos bastante a cualquier persona de nuestra edad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario